CICC infraclavicular

La vena axilar constituye probablemente el abordaje ecoguiado de primera elección para un CICC no tunelizado, en todas las ocasiones en las que se precisa un acceso venoso central de uso intra-hospitalario en pacientes con contraindicación de PICC.

 

No debemos olvidar que los abordajes ecoguiados infraclaviculares son en su mayoría enfoques de la vena axilar, y no de la vena subclavia. Según los textos de anatomía, de hecho, la transición entre la vena axilar y la vena subclavia ocurre en correspondencia con el margen externo de la primera costilla. Ya que esa costilla es inaccesible ecográficamente en la mayoría de los casos pues está detrás de la clavícula, el trayecto venoso que se visualiza en esta zona con la ecografía es el de la vena axilar, y no el de la vena subclavia. El abordaje infraclavicular “a ciegas” de la vena subclavia (como se hacía en el siglo XX) implicaba efectivamente la punción de la vena subclavia, pues la entrada de la aguja en la vena tenía lugar por detrás de la clavícula: obviamente, esta técnica debe abandonarse totalmente.

 

Debido a que la vena axilar tiene un diámetro menor que la yugular interna y la innominada, es especialmente importante verificar la congruencia entre el diámetro externo del catéter y el diámetro interno de la vena: por ejemplo, un CVC de tres luces y calibre 7Fr, requerirá de una vena axilar con diámetro igual o superior a 7mm.